viernes, 22 de mayo de 2009
Al- Andalus
Durante la Edad de los Metales se caracteriza por el invento de la fundición de los metales, que fue introducido en Andalucía por pueblos del Mediterráneo oriental. La introducción de los metales en la tecnología supuso un importante avance en las fabricación de herramientas para la labranza, caza y pesca, así como para la guerra. La especialización en las herramientas fue tal que se llegó a la división en el trabajo, favorecida por el excedente de producción en la agricultura y que provocaría la primera estratificación social en distintos grupos. Otro de los cambios importantes producidos en este período fue el desarrollo del transporte y el comercio, debido a la localización de los yacimientos metálicos y a su transporte hacia las zonas del arco levantino mediterráneo. El Mediterráneo se convirtió en el eje principal de comercio lo que provocó una intensificación de todo tipo de relaciones y una irradiación más rápida de los avances técnicos y los intercambios culturales que precipitará la entrada de Andalucía en la fase protohistórica.
La Edad de los Metales suele dividirse en tres etapas, utilizando como nomenclatura el nombre del metal utilizado en cada una de esas fases: La Edad de Cobre, la Edad de Bronce y la Edad del Hierro. En Andalucía durante la Edad de Cobre se desarrollaron una serie de importantes culturas como son la Cultura megalítica, la de Los Millares, la del Vaso Campaniforme, la de El Algar. En el Hierro, con la llegada de los pueblos colonizadores, se desarrolló la importante civilización de Tartessos, con la que Andalucía entró en la Protohistoria.
Cuenco de los Millares.
La Edad de los Metales suele dividirse en tres etapas, utilizando como nomenclatura el nombre del metal utilizado en cada una de esas fases: La Edad de Cobre, la Edad de Bronce y la Edad del Hierro. En Andalucía durante la Edad de Cobre se desarrollaron una serie de importantes culturas como son la Cultura megalítica, la de Los Millares, la del Vaso Campaniforme, la de El Algar. En el Hierro, con la llegada de los pueblos colonizadores, se desarrolló la importante civilización de Tartessos, con la que Andalucía entró en la Protohistoria.
Cuenco de los Millares.
El Neolítico, caracterizado por una economía productiva basada en la agricultura y la ganadería y con nuevas muestras de cultura material como la piedra pulimentada y la cerámica, llegó a Andalucía alrededor del V milenio a. C.. Al ser introducido por difusión desde el Mediterráneo Oriental, las primeras muestras neolíticas se sitúan en el levante almeriense.
Este período se caracteriza por la existencia de dos tipos de hábitat o asentamientos humanos: Los poblados y las cuevas. Los poblados eran simples agrupaciones de cabañas de base circular y con muros de adobe o madera, situados en valles fluviales o en zonas más áridas y cuya actividad era predominantemente agrícola y ganadera. Las cuevas, más frecuentes, se usaban tanto como vivienda como para enterramiento. En cuanto a la cerámica, es característica la cerámica cardial y la cerámica almagra. Algunas de las cuevas neolíticas existentes en Andalucía son la Cueva de los Murciélagos, la Cueva de la Mujer, la Cueva de la Carigüela, la Cueva del Tesoro y la Cueva de Nerja.
Dolmen de Menga (Antequera, Málaga)
Este período se caracteriza por la existencia de dos tipos de hábitat o asentamientos humanos: Los poblados y las cuevas. Los poblados eran simples agrupaciones de cabañas de base circular y con muros de adobe o madera, situados en valles fluviales o en zonas más áridas y cuya actividad era predominantemente agrícola y ganadera. Las cuevas, más frecuentes, se usaban tanto como vivienda como para enterramiento. En cuanto a la cerámica, es característica la cerámica cardial y la cerámica almagra. Algunas de las cuevas neolíticas existentes en Andalucía son la Cueva de los Murciélagos, la Cueva de la Mujer, la Cueva de la Carigüela, la Cueva del Tesoro y la Cueva de Nerja.
Dolmen de Menga (Antequera, Málaga)
Paleolítico en Andalucía
La presencia de homínidos en Andalucía se remonta al Paleolítico Inferior, con restos arqueológicos de la cultura achelense de entre 700.000 y 400.000 años de antigüedad,sin embargo el controvertido hallazgo del llamado Hombre de Orce parece apuntar una mayor antigüedad.Las principales zonas de asentamiento fueron la zona del Alto Guadalquivir y la zona sur de Sierra Morena, en las terrazas de los grandes ríos, que eran utilizados como ejes de circulación y zonas de aprovisionamiento de alimentos (caza y recolección).Durante el Paleolítico Medio, caracterizado por el Homo neanderthalensis y la cultura musteriense, se produjo un recrudecimiento climático que llevó al uso de las cuevas como refugio. Testimonio de ello son la Cueva de la Carihuela,en Píñar, la Cueva de Zájara, en Vera y las cuevas gibraltareñas. El Paleolítico Superior vino marcado por el retroceso de la glaciación y la aparición de Homo Sapiens cuyo hábitat se generalizó por toda Andalucía. La cultura material se caracterizó por los avances en la industria lítica y la aparición de las primeras manifestaciones de arte rupestre. Ejemplo de ello son las pinturas de las Cueva de la Pileta, de la Cueva Ambrosio, en Almería, de la Cueva de Nerja, de la Cueva de las Motillas, de la Cueva de Malalmuerzo, en Granada y de la Cueva del Morrón, en Jaén, todas ellas caracterizadas por su esquematismo. Especialmente descatable es el llamado Arte rupestre del extremo sur de la Península Ibérica, llamado en el contexto andaluz "Arte sureño".
Cueva de Nerja(Málaga).
Cueva de Nerja(Málaga).
El siglo XVIII en Andalucía
Las crisis del siglo XVII tuvo su culmen con la Guerra de Sucesión Española, que apenas tuvo repercusión en Andalucía, que estuvo desde el principio del lado de Felipe de Anjou. Sin embargo, la escuadra inglesa y holandesa atacó en 1702 la costa atlántica cercana a Cádiz, y aunque fracasaron en su intento de establecerse allí, tomaron el enclave de Gibraltar en 1704 aprovechando su indefensión, quedando en manos inglesas tras el Tratado de Utrecht.
La subsiguiente centralización borbónica supuso para Andalucía, como territorio integrado en la Corona de Castilla, la reordenación de las reales audiencias y chancillerías, así como la organización del territorio en provincias e intendencias, herederas de los antiguos reinos, la anulación de los fueros y libertades de los municipios y la abolición de las instituciones propias.
El nuevo poder real conformó una red de comunicaciones de diseño radial en torno a la corte, con la intención de centralizar los recursos agrarios, mineros y comerciales, lo que contribuyó a la desarticulación tradicional del territorio, pues
rompe las estructuras anteriores adaptadas al medio, para establecer relaciones norte-sur; pero no tanto junto a las direcciones este-oeste, sino mas bien a costa de éstas.
En 1717 se produjo el traslado de la Casa de Contratación de Indias desde Sevilla a Cádiz, desplazando de la metrópoli hispalense el centro del comercio americano, que había residido en ella desde principios del siglo XVI.
Casa de contratación y Catedral de Sevilla.
Vista de la ciudad de Cádiz.
En la segunda mitad de siglo XVIII, el Intendente de Sevilla y del Ejército de los Cuatro Reinos de Andalucía Pablo de Olavide, hizo una importante labor de repoblación de algunas zonas de Andalucía. Como Superintendente de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía propició que más de 1400 familias extranjeras se establecieran, en diversas colonias de Sierra Morena de conformidad con el Fuero de las Nuevas Poblaciones de 1767.[35] Esta repoblación fue un proyecto de más de 40 años, para el que contó con amplios poderes, el apoyo de Campomanes y el caudal de las propiedades confiscadas a los jesuitas, expulsados en 1767. Con el tiempo, los colonos sufrieron una profunda asimilación de la cultura andaluza[36]
Con el objetivo de realizar reformas económicas, sociales y educativas, fruto del pensamiento de la Ilustración, se crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País de Cádiz (1774), Sevilla (1775), Granada (1775), Vera (1775), Sanlúcar de Barrameda (1780), Puerto Real (1785), Medina Sidonia (1786), Jaén (1786), El Puerto de Santa María (1788) y Málaga.
La subsiguiente centralización borbónica supuso para Andalucía, como territorio integrado en la Corona de Castilla, la reordenación de las reales audiencias y chancillerías, así como la organización del territorio en provincias e intendencias, herederas de los antiguos reinos, la anulación de los fueros y libertades de los municipios y la abolición de las instituciones propias.
El nuevo poder real conformó una red de comunicaciones de diseño radial en torno a la corte, con la intención de centralizar los recursos agrarios, mineros y comerciales, lo que contribuyó a la desarticulación tradicional del territorio, pues
rompe las estructuras anteriores adaptadas al medio, para establecer relaciones norte-sur; pero no tanto junto a las direcciones este-oeste, sino mas bien a costa de éstas.
En 1717 se produjo el traslado de la Casa de Contratación de Indias desde Sevilla a Cádiz, desplazando de la metrópoli hispalense el centro del comercio americano, que había residido en ella desde principios del siglo XVI.
Casa de contratación y Catedral de Sevilla.
Vista de la ciudad de Cádiz.
En la segunda mitad de siglo XVIII, el Intendente de Sevilla y del Ejército de los Cuatro Reinos de Andalucía Pablo de Olavide, hizo una importante labor de repoblación de algunas zonas de Andalucía. Como Superintendente de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía propició que más de 1400 familias extranjeras se establecieran, en diversas colonias de Sierra Morena de conformidad con el Fuero de las Nuevas Poblaciones de 1767.[35] Esta repoblación fue un proyecto de más de 40 años, para el que contó con amplios poderes, el apoyo de Campomanes y el caudal de las propiedades confiscadas a los jesuitas, expulsados en 1767. Con el tiempo, los colonos sufrieron una profunda asimilación de la cultura andaluza[36]
Con el objetivo de realizar reformas económicas, sociales y educativas, fruto del pensamiento de la Ilustración, se crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País de Cádiz (1774), Sevilla (1775), Granada (1775), Vera (1775), Sanlúcar de Barrameda (1780), Puerto Real (1785), Medina Sidonia (1786), Jaén (1786), El Puerto de Santa María (1788) y Málaga.
Descubrimiento de América
En el siglo II el astrónomo griego Ptolomeo ya había presentado la teoría de que la Tierra era redonda, sin embargo, para el siglo XV aun se creía que la tierra era plana y que era sostenida por cuatro columnas o cuatro elefantes. Paralelamente a las ideas del mundo que se extraían de tratados pseudocientíficos, había navegantes portugueses, españoles y mercaderes venecianos que fueron ampliando el horizonte de la exploración geográfica quienes tenían noción de la redondez de la Tierra.
Cristóbal Colón era uno de esos navegantes y confirmó esta idea cuando pudo ver el mapa de Pablo del Pozo Toscanelli, geógrafo italiano que aseguró que se podía llegar a Asia partiendo de Portugal, yendo en línea recta a través del Atlántico.
Colón buscó financiamiento para poder comprobar su teoría, y es en 1486 cuando los Reyes Católicos lo recibieron por primera vez en Alcalá de Henares, pero una junta de expertos rechazó su proyecto. Finalmente, En 1492 consiguió el apoyo de los reyes de España, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, quienes aprobaron la organización de la expedición.
El 17 de abril de 1492 , mediante las capitulaciones de Santa Fe, se concedió a Colón el título de Almirante de la expedición, así, el 3 de agosto de 1492 partió del Puerto de Palos(Huelva)con dos carabelas la Niña y la Pinta y una nave: la Santa María. Martín y Vicente Pinzón tomaron el comando de las dos carabelas y Colón dirigió la nave. Su tripulación estaba formada por 120 hombres.
Después de 72 días de navegación, el 12 de octubre de 1492 la expedición de Cristóbal Colón llegó a las costas de una isla americana, aunque siempre creyó que había llegado a la India, sin sospechar que se había topado con otro continente. Este acontecimiento cambió la concepción que se tenía del planeta y provocó algo que ni siquiera Colón había imaginado: la unión de dos mundos.
Dos días más tarde, Colón zarpó a fin de seguir explorando nuevas tierras, el 24 de octubre llegó a Cuba, a la que llamó Juana; el 12 de noviembre llegaron a otra isla que llamó Española, hoy Santo Domingo; donde construyó un fuerte con los restos de la Santa María, que se había estrellado contra un arrecife y naufragado. Ese refugio se llamó Navidad y fue el primer asentamiento español en América.
El 16 de enero de 1943 regresó a España, el relato de sus experiencias en “las Indias” fue bien visto por los Reyes Católicos, quienes lo apoyaron para realizar otros tres viajes a América.
El encuentro permitió que América recibiera un gran legado cultural, de adelantos y de expresiones artísticas no sólo occidentales sino también orientales, y que Europa percibiera la riqueza cultural, los avances, el ingenio y el arte del Nuevo Mundo.
Cristóbal Colón era uno de esos navegantes y confirmó esta idea cuando pudo ver el mapa de Pablo del Pozo Toscanelli, geógrafo italiano que aseguró que se podía llegar a Asia partiendo de Portugal, yendo en línea recta a través del Atlántico.
Colón buscó financiamiento para poder comprobar su teoría, y es en 1486 cuando los Reyes Católicos lo recibieron por primera vez en Alcalá de Henares, pero una junta de expertos rechazó su proyecto. Finalmente, En 1492 consiguió el apoyo de los reyes de España, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, quienes aprobaron la organización de la expedición.
El 17 de abril de 1492 , mediante las capitulaciones de Santa Fe, se concedió a Colón el título de Almirante de la expedición, así, el 3 de agosto de 1492 partió del Puerto de Palos(Huelva)con dos carabelas la Niña y la Pinta y una nave: la Santa María. Martín y Vicente Pinzón tomaron el comando de las dos carabelas y Colón dirigió la nave. Su tripulación estaba formada por 120 hombres.
Después de 72 días de navegación, el 12 de octubre de 1492 la expedición de Cristóbal Colón llegó a las costas de una isla americana, aunque siempre creyó que había llegado a la India, sin sospechar que se había topado con otro continente. Este acontecimiento cambió la concepción que se tenía del planeta y provocó algo que ni siquiera Colón había imaginado: la unión de dos mundos.
Dos días más tarde, Colón zarpó a fin de seguir explorando nuevas tierras, el 24 de octubre llegó a Cuba, a la que llamó Juana; el 12 de noviembre llegaron a otra isla que llamó Española, hoy Santo Domingo; donde construyó un fuerte con los restos de la Santa María, que se había estrellado contra un arrecife y naufragado. Ese refugio se llamó Navidad y fue el primer asentamiento español en América.
El 16 de enero de 1943 regresó a España, el relato de sus experiencias en “las Indias” fue bien visto por los Reyes Católicos, quienes lo apoyaron para realizar otros tres viajes a América.
El encuentro permitió que América recibiera un gran legado cultural, de adelantos y de expresiones artísticas no sólo occidentales sino también orientales, y que Europa percibiera la riqueza cultural, los avances, el ingenio y el arte del Nuevo Mundo.
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